Complementar los esfuerzos, las ideas y los métodos.

  En cuanto a la variedad de los métodos de lucha desplegados será difícil encontrar otro caso como el del movimiento antinuclear vasco. Porque no solo se trato de emplear todo lo que estuviera a nuestro alcance sino, además, de algo muy importante: Complementar todo ello no despreciando nada y logrando que unas acciones dieran mas fuerza a otras y viceversa. Y así, estos años fueron testigos de grandes y pequeñas manifestaciones en la calle en todos los rincones de Euskal Herria, de apagones de luz que provocados y encerronas en los Ayuntamientos, de campañas de desobediencia civil e impago de recibos, de boicot en los puertos a los barcos con material destinado a Lemoiz, de pintadas y murales como para llenar libros y libros, de acciones directas contra las oficinas de Iberduero - hoy Iberdrola - , de sentadas cotidianas ante las puertas de la Central Nuclear, de conciertos de música antinucleares, de exposiciones de artistas vascos con Lemoiz como tema, de boicot a asambleas de accionistas de Iberduero, de semanas antinucleares en los centros de enseñanza y en las fabricas, de arrantzales con sus barcos frente a la Cala de Basordas, de debates por toda nuestra geografía, de acciones de grupos armados contra instalaciones de Iberduero, de recursos legales y pleitos jurídicos, y hasta de sabotaje continuado en la propia Central de Lemoiz de los

trabajadores mas conscientes de los controles de la obra.
  La protesta de todo un Pueblo llego incluso a la cima de la Tierra, con la colocación en la cumbre del Everest de la bandera antinuclear por parte de montañeros vascos.

El desafió de algo más que un proyecto nuclear.

  Se ha dicho muchas veces que Lemoiz era para Euskal Herria mucho mas que una Central Nuclear. Y es verdad. Lemoiz, además del gravísimo peligro que suponía para la salud y la seguridad de cientos de miles de personas, era también un desafió lanzado contra un pueblo rebelde y combativo. Era el símbolo mas claro de la intima relación existente entre la opresión centralista española y las altas esferas del capitalismo estatal y multinacional. Era un reto a todo un pueblo que se había posicionado una y mil veces contra un proyecto bárbaro e inviable. El desprecio hacia la voluntad popular y la soberanía nacional expresado en el ya famoso "Lemoiz funcionara pese a quien pese" del entonces presidente de Iberduero Pedro de Aretillo despertó probablemente tantas conciencias como el propio peligro representado por la Central Nuclear. No contaban quienes lanzaron este reto provocador y militarista que enfrente tenían a un pueblo dispuesto a defender su soberanía y su territorio, a un pueblo que contaba con personas como David, Gladis, Mario, Pepe, José Javier, Joxe…

Fases de construcción de la central nuclear de Lemoiz

  Esta Web quiere rendir homenaje a todos ellos y a cuentos de forma anónima y desinteresada pusieron su grano de arena en una de las gestas mas hermosas de la lucha del pueblo vasco y de todos los pueblos del mundo que combaten contra el peligro nuclear. Gracias a ellos, gracias a todos vosotros podremos legar a nuestros hijos una tierra sin Centrales Nucleares.