Aparecen las obras de Lemoiz relativamente avanzadas y de forma ilegal

18 de abril.  Iberduero S.A. envía un escrito al alcalde de Mungia pidiéndole la licencia provisional para construir un central nuclear en Lemoiz.

26 de abril. Al estar la zona solicitada por Iberduero calificada como rural en el Plan formal de Ordenación Urbana, el Ayuntamiento de Mungia acuerda no conceder la licencia de obra solicitada y considera indispensable obtener, previamente, un cambio de calificación o una dispensación de la norma urbanística.

8 de mayo. Iberduero S.A. contesta de manera insolente mediante un escrito en el que señala que interpondrá los recursos correspondientes a dicha denegación de permiso.

23 de mayo. La Dirección General de Energía concede a Iberduero S.A. la autorización previa para la instalación de dos reactores nucleares en la Cala de Basordas (Lemoiz-Mungia). Cada uno de los reactores tendrá 900MW e Iberduero anuncia que en el futuro instalara dos nuevos reactores más.

20 de julio. Iberduero envía un nuevo escrito al Ayuntamiento solicitando licencias de obra y apertura de la central nuclear, a pesar de que "el estudio del proyecto lo tiene en tramite avanzado y que en el momento actual se encuentra en imposibilidad de presentarlo…" (Será a finales de 1976 cuando este proyecto sea presentado, estando ya las obras en avanzado estado de construcción).

Obras interiores en la central

3 de agosto. La Corporación Municipal acuerda "conceder en principio y con carácter provisional la autorización para el comienzo de las obras de la construcción de la central nuclear…" y "conceder licencia provisional de instalación y apertura de la industria que se trata". El ayuntamiento franquista se porta bien con la multinacional eléctrica que, mediante una licencia provisional que solo permite la realización de obras provisionales, realiza la mayor parte de las obras. El Ayuntamiento percibirá por este regalo la cantidad de 5 millones y medio de pesetas. Otros tantos percibirá el de Lemoiz.